El proyecto consiste en la habilitación de un espacio en planta sótano –sin uso asignado originalmente- para sala de cultura de la caja de Ahorros de Navarra.
Se potencia la irregularidad de la planta, formalizada en la creación de concavidades y convexidades que parecen ir acompañando al visitante, casi de una manera inconsciente, hacia un recorrido lógico de la exposición.
La apariencia de “sala hipóstila” potencia la relajación de la visita y genera una labor de organización del espacio, un efecto magnético entre los pilares, en relación con los lienzos de exposición. Se decide no actuar sobre ellos y admitirlos en su materialidad como una preexistencia a valorar.